Voodoo, un gato de siete años que solía descansar en el borde de la cornisa del apartamento de un edificio de treinta y cuatro pisos, en Queensland... Y «obviamente se asomó demasiado», como explicó su dueña, desapareció hasta aterrizar sobre unos arbustos. Sobrevivió a tal caída, sufrió unos pocos rasguños y se hizo daño en una patita. ¡Eso le pasa por curioso!
Se quedaría dormido, el muy jodido, y se despertaría del sueño encima de un arbusto. «¡Joder, que pesadilla!», tal vez pensaría... Y la dueña buscándolo.
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